Hubo un tiempo en que Gibraltar era español. De hecho, desde sus orígenes Gibraltar fue español. Una pequeña península adosada al sur de la Península Ibérica. Con una curiosa orografía que causa, a veces, su propio “microclima”. Entonces, ¿Cómo acabó la roca en manos inglesas? Para conocer la causa del cambio de titularidad del peñón nos tenemos que remontar unos tres cientos años atrás. En el siglo XVIII la Corona Española comenzó a ceder los territorios de lo que fue el reinado del Rey Planeta, en el Siglo de Oro Español. Los conflictos internacionales hicieron que por aquella época se perdieran los territorios de Nápoles y Sicilia. Por otra parte era natural, pues fueron incorporados al haber español por guerras y acuerdos. Sin embargo, lo de Gibraltar fue una herida en suelo ibérico. Una herida que aún hoy causa escozor figurado a mucha gente. Pero vayamos por partes, y viajemos hacia atrás en el tiempo -también figuradamente- hasta 1713, cuando se firmó el Tratado de Utrecht, en la ciudad holandesa homónima.
El Tratado de Utrecht
El Tratado de Utrecht, también conocido como Paz de Utrecht o Tratados de Utrecht y Rastatt, fue un conjunto de tratados multilaterales firmados por los países beligerantes en la Guerra de Sucesión Española entre los años 1712 y 1714 en las ciudades de Utrecht y Rastatt, respectivamente.
El tratado principal fue firmado el 11 de abril de 1713 por Francia, Gran Bretaña, Prusia, Portugal, el ducado de Saboya y las Provincias Unidas. España se sumó al tratado tres meses después, el 13 de julio.
Los principales puntos del tratado fueron los siguientes:
- Felipe V, nieto de Luis XIV de Francia, fue reconocido como rey de España.
- Gran Bretaña cedió a Gran Bretaña Gibraltar, Menorca la isla de Terranova y el derecho exclusivo de comercio con las colonias españolas de América.
- Gran Bretaña cedió a Francia los territorios de Acadia y Nueva Francia.
- Prusia recibió el ducado de Cléveris y la ciudad de Juliers.
- Portugal recibió la ciudad de Olivenza.
- El ducado de Saboya recibió el reino de Sicilia.
Como antecedente cabe señalar que en 1704, durante la Guerra de Sucesión Española, un ejército anglo-holandés ocupó Gibraltar. España intentó recuperarlo, pero fracasó. Finalmente, en 1713, España firmó el Tratado de Utrecht, por el que cedió Gibraltar a Gran Bretaña.
El Tratado de Utrecht marcó el final de la Guerra de Sucesión Española y tuvo un impacto significativo en el equilibrio de poder en Europa. Gran Bretaña se convirtió en la principal potencia marítima del continente, mientras que Francia perdió su hegemonía.
Consecuencias del Tratado de Utrecht
El Tratado de Utrecht tuvo las siguientes consecuencias para España:
- La pérdida de las posesiones europeas de España en Italia, los Países Bajos y Alemania.
- La pérdida del monopolio comercial con sus colonias de América.
- El establecimiento de la dinastía borbónica en el trono español.
El Tratado de Utrecht fue un acontecimiento decisivo en la historia de España. Marcó el final de la Edad de Oro española y el inicio de un período de declive político y económico.
Amplia información en la página oficial del Portal de Archivos Españoles del Ministerio de Cultura
Tratados de Utrecht y Rastatt
Las aguas de Gibraltar
¿Por qué hemos incluido un artículo de historia en un blog de náutica? Por el problema de la soberanía de las aguas que rodean al peñón.
Cuando se firma el Tratado de Utrecht no se tiene el concepto de aguas jurisdiccionales, como sí existe hoy en día. Por lo que el documento firmado por ingleses y españoles no hacía referencia a las aguas llanitas.
El problema de las aguas jurisdiccionales de Gibraltar es una disputa territorial entre España y el Reino Unido sobre la delimitación de las aguas territoriales que rodean al Peñón de Gibraltar.
El Tratado de Utrecht, que cedió Gibraltar a Gran Bretaña en 1713, no especifica la extensión de las aguas territoriales británicas. España sostiene que las aguas territoriales de Gibraltar deben ser limitadas a las aguas interiores del puerto, mientras que el Reino Unido sostiene que deben extenderse hasta tres millas náuticas desde la costa.
Cabe señalar que hasta 1982 no se definen formalmente los conceptos de aguas jurisdiccionales, mediante el conocido como Convenio del Mar, firmado en Montego Bay (Jamaica). Con la firma de este documento internacional se reconocen las aguas interiores (dentro de la línea de base), las aguas territoriales, contiguas, la Zona económica exclusiva y Alta Mar. Si bien, este tratado es firmado por Reino Unido y España, no soluciona la eterna disputa de si Gibraltar puede reclamar aguas territoriales en torno al peñón o no le corresponden, en virtud del documento de cesión.
Los pescadores como grandes afectados
La disputa ha dado lugar a varios incidentes entre barcos españoles y británicos en las aguas en litigio. En 2013, un barco pesquero español fue detenido por las autoridades británicas por pescar en aguas que España considera suyas. En 2023, un barco de la Guardia Civil española fue perseguido por la Royal Navy británica tras entrar en aguas que el Reino Unido considera británicas.
La disputa es un elemento importante en el conflicto territorial más amplio entre España y el Reino Unido sobre Gibraltar. España reclama la soberanía sobre Gibraltar, mientras que el Reino Unido se niega a cederlo.
Por concluir, aquí hay un resumen de las posiciones de las dos partes en la disputa:
- España:
- Las aguas territoriales de Gibraltar deben ser limitadas a las aguas interiores del puerto.
- La soberanía sobre Gibraltar es española.
- Reino Unido:
- Las aguas territoriales de Gibraltar deben extenderse hasta tres millas náuticas desde la costa.
- La soberanía sobre Gibraltar es británica.
La disputa es un asunto complejo y delicado, y es poco probable que se resuelva pronto. Pero sobre todo, que no afecte a los marinos y pescadores que navegan en los entornos marítimos de Gibraltar, su bahía y su estrecho.