La estabilidad de un barco es una propiedad fundamental para la seguridad de la navegación, ya que permite que el barco resista las fuerzas que lo pueden inclinar, como las olas, el viento o la carga. Es decir, es la propiedad que tiene de recuperar su posición de equilibrio cuando la pierde por causas externas, como el viento o la mar. Se puede analizar en sentido transversal y longitudinal.
Altura metacéntrica
La magnitud de las fuerzas que intervienen depende de dos factores: la altura metacéntrica y el desplazamiento del barco. La altura metacéntrica es la distancia entre el centro de gravedad (G) del barco y el metacentro (M). El metacentro es un punto imaginario que se encuentra en el centro de gravedad de la superficie mojada del barco.
La estabilidad transversal depende de la distancia entre el centro de gravedad (G) y el metacentro transversal (M), que es el punto donde se cortan las verticales que pasan por el centro de carena (C) en cada escora. Si M está por encima de G, el barco es estable y tiende a volver a la posición de adrizado. Si M está por debajo de G, el barco es inestable y tiende a volcar. Si M coincide con G, el barco tiene una escora permanente.

La estabilidad longitudinal depende de la distancia entre el centro de gravedad (G) y el metacentro longitudinal (M), que es el punto donde se cortan las verticales que pasan por el centro de carena (C) en cada cambio de asiento. Al ser el par de estabilidad longitudinal más grande, esta no afecta tanto al barco como la transversal. La estabilidad longitudinal depende principalmente de la eslora y de la forma del casco.
En el caso de un barco, la fuerza que tiende a devolverlo a su posición inicial es el empuje del agua. El empuje es la fuerza que ejerce el agua sobre el barco en todas direcciones. Cuando el barco se inclina, el empuje del agua se desplaza hacia el lado contrario a la inclinación. Esto crea un par de fuerzas que tiende a devolver al barco a su posición inicial.
Cuanto mayor sea la altura metacéntrica, mayor será el par de fuerzas que tiende a devolver al barco a su posición inicial. Por lo tanto, un barco con una altura metacéntrica alta será más estable que un barco con una altura metacéntrica baja.
El desplazamiento del barco también influye en la estabilidad. Cuanto mayor sea el desplazamiento del barco, mayor será el empuje del agua y, por lo tanto, mayor será el par de fuerzas que tiende a devolver al barco a su posición inicial.
En general, podemos decir que un barco es estable si su altura metacéntrica es positiva y su desplazamiento es grande. Si la altura metacéntrica es negativa, el barco es inestable y puede volcar.

Ejemplos
Un ejemplo de un barco con una alta estabilidad es un buque mercante. Estos barcos tienen un casco ancho y plano, lo que unido a la carga les da un gran desplazamiento. Además, el centro de gravedad de estos barcos suele estar situado cerca del centro de carena, lo que también contribuye a su estabilidad.
Un ejemplo de un barco con una baja estabilidad es un barco de vela. Estos barcos tienen un casco estrecho y alargado, lo que les da un pequeño desplazamiento. Además, el centro de gravedad de estos barcos suele estar situado por encima del centro de carena, lo que reduce su estabilidad. Por eso, cuando estás en un barco de vela o una embarcación de recreo pequeña, cualquier movimiento de las personas a bordo hace que el barco se incline. En este caso, el traslado de pesos es relativamente grande respecto del desplazamiento del barco.
Factores que pueden afectar a la estabilidad
La estabilidad de un barco puede verse afectada por una serie de factores, entre los que se incluyen:
- La carga del barco. La carga puede desplazar el centro de gravedad del barco, lo que puede afectar a su estabilidad. Cargas situadas altas, reducen la altura metacéntrica y por tanto desciende la estabilidad.
- El viento. El viento puede inclinar el barco, lo que puede aumentar las fuerzas de inercia y desestabilizar el barco.
- Las olas. Las olas pueden inclinar el barco, lo que también puede aumentar las fuerzas de inercia y desestabilizar el barco.
¿Cómo influye la estabilidad en la experiencia de la navegación?
La estabilidad de un barco es la medida de lo firme que se mantiene en el agua. Cuanto más estable sea un barco, menos probabilidades tendrá de volcar o escorarse. Esto es importante para la seguridad y el confort de la navegación.
- Una buena estabilidad proporciona seguridad y confort al evitar que el barco se escoré demasiado o se vuelque.
- Una buena estabilidad mejora el rendimiento y la eficiencia al reducir la resistencia hidrodinámica y el consumo de combustible.
- Una buena estabilidad facilita la maniobra y la dirección al permitir que el barco responda adecuadamente al timón y a los propulsores.
Cómo mejorar la estabilidad: La estabilidad de un barco se puede mejorar mediante el diseño y la construcción del barco. Un barco con un casco ancho y profundo tendrá más estabilidad que un barco con un casco estrecho y poco profundo. También se puede mejorar la estabilidad mediante la distribución del peso del barco de manera uniforme.
Consejos para mejorar la estabilidad
Para mejorar la estabilidad de un barco, se recomienda bajar el centro de gravedad, distribuir bien los pesos a bordo, evitar cargas excesivas o mal estibadas, y tener en cuenta las condiciones meteorológicas y el estado de la mar.
Aquí hay algunos consejos para mejorar la estabilidad de un barco:
- Colocar el centro de gravedad del barco lo más bajo posible. Esto se puede hacer colocando el peso del barco en la parte inferior del casco.
- Aumentar el desplazamiento del barco. Esto se puede hacer colocando elementos de lastre en la parte inferior del casco.
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